Por ejemplo, de rojo en color block la vimos en el balcón de Génova, en la sede del Partido Popular, aquel 4 de mayo de este año, la noche en la que celebró, junto a Pablo Casado, su arrollador triunfo en las elecciones. En esa ocasión llevaba un vestido chaleco de Zara (19,95 euros), que combinaba con americana a juego y cinturón de animal print.
Se nota que la presidenta de Madrid es muy práctica, porque si le va bien un modelo es capaz de comprárselo en varios colores. De hecho, ese vestido rojo que llevó el 4 de mayo lo tiene también en beis, y se lo pone bajo una americana blanca o granate.
De lo que no parece amiga Isabel Díaz Ayudo es de los estampados. Solo le hemos visto alguna camisa con un print pequeño o una americana de cuadros vichy en verde, lo suyo son las prendas de colores lisos y neutros. Salvo el rojo, el nude, el beis, el blanco y el negro ocupan la mayor parte de su armario.
La cosa cambia cuando toca ir más vestida de lo normal, lo que ha sucedido varias veces en los últimos días. Para la entrega de unos premios de periodismo, la presidenta de Madrid recurrió a la marca Victoria, dirigida por Vicky Martín Berrocal, que se precia por hacer vestidos de invitada (a bodas, bautizos y comuniones...).
Y se nota que esa es su especialidad. Cometió un error al escogerlo, pues su color, el nude, no le favorece, es del mismo tono que su piel. ¿Y cómo arreglarlo? Descartando sus salones y su bolso, todo del mismo color, y apostando por complementos en contraste, por ejemplo rojo o granate. En cuanto a las formas, en tendencia la manga larga y el cuello caja, pero, ¡ay!, pero el tejido tan grueso le hacía unas arrugas poco favorecedoras.
Otro vestido de invitada y de Victoria, esta vez rojo, para su toma de posesión como presidenta de Madrid. Un modelo bonito, del color que tanto le favorece, y con una silueta, la denominada lápiz, que le sienta bien. ¿Una pega? Esa parte de hombros y escote en gasa transparente, que lo hacía más adecuado para otro tipo de evento.
Más acertada estuvo al elegir su modelo para la cena de Estado celebrada en el Palacio Real para agasajar al primer ministro de Corea del Sur: un vestido (otra vez) rojo con flecos de silueta 'wrap', siempre favorecedora. Eso sí, debería cambiar sus stilettos de charol por unos de napa, mejor sin tanto brillo.
Díaz Ayuso es fiel seguidora de una de las tendencias del momento: el largo midi. Lo suyo no son las minifaldas -no podría con esa largura-, así que siempre elige modelos más abajo de la rodilla. Como esta falda blanca, que combinó con americana burdeos. Al ser la chaqueta cruzada, lo suyo es llevarla abrochada, pero parece que le tira un poco en las cadera. ¿Quizá una talla más?
Aquí vuelve al tono nude, que no luce dado su color blanco de piel. Eso sí, un 10 esta vez en su elección del calzado, sandalias de cuero y esparto, que contrastan y le dan un toque casual al vestido.
Por último, recuperamos un traje de pantalón que ha llevado en más de una ocasión y que no es uno de sus modelos más favorecedores. La chaqueta está bien, pero le ocurre como con la granate, le queda demasiado ajustada para llevarla abrochada. Y el pantalón es lo que no tiene un pase: ese largo 'pirata' no se lleva, necesitaría al menos 10 centímetros más de tela.
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