Es un nicho de negocio al que cada año se incorporan cerca de medio millón de clientes potenciales nuevos en nuestro país. Pero no son ellos quienes se gastan el dinero, sino sus padres, sus tíos, sus primos, sus vecinos, sus abuelos... Tomando como baremos que por cada nacimiento hay cinco personas que compran algún regalo para el bebé, el resultado es que al menos 2,5 millones de personas adquieren algún regalo con el que obsequiar a un recién nacido. Los bebés se han convertido en una oportunidad para emprendedores.
"En este sector sucede una cosa muy curiosa, y es que el mundo del bebé no cae, a diferencia de otros. Siempre se mantiene", indica Ataulfo Arróspide, fundador de la marca Noñoño, especializada en productos textiles para bebés, que distribuye sus prendas tanto en comercios tradicionales como en una tienda propia online. En su caso, la clave está en el diseño de sus camisetas y bodys, con logotipos llamativos y colores vivos.
Este emprendedor, además, aporta una de las claves que convierten este nicho en una oportunidad: "Para el bebé siempre hay un momento de capricho, alguien que quiere comprarle un regalo, y ese factor influye, porque el regalo es el camino de entrada al mercado".
El filón de los recién nacidos cuenta a su favor con que se trata de un segmento de negocio en el que el consumidor de destino es estable, y además siempre hay alguien dispuesto a buscar un regalo original para el bebé, lo que indica que el margen de oportunidad es muy amplio. Sin embargo, hay una barrera que conviene no descuidar: la de la calidad.
"Las madres son súper exigentes con lo que le van a poner encima a un bebé. Si vendes un body y se rompe un corchete, o el estampado está plastificado y no es de calidad, puedes encontrarte con comentarios adversos que te hagan vender menos. Si haces productos para bebés tienen que ser de alta calidad y, en el caso de los textiles, tampoco debes descuidar las tallas. Nosotros, de 0 a 1 año contamos con cinco tallas distintas". Para los bebés hasta un año, el textil ofrece una gran oportunidad. Más allá conviene buscar otra tipología de productos.
En Imaginarium, la cadena de franquicias especializada en juguetes y regalos para niños, corroboran que el de los recién nacidos es uno de los segmentos de mayor actividad de venta. "Nuestro negocio principal se enmarca entre los 0 y los 3 años", detallan desde la compañía. ¿Y qué es lo que más se está vendiendo? Aquí hay una tendencia que conviene no descuidar a la hora de apostar por un producto que colocar en el mercado infantil. "Se venden muchos juguetes, pero sobre todo, cada vez tienen más tirón aquéllos que cuentan con un componente educativo", esto es, que combinen el lado lúdico con el aprendizaje del bebé.
Arróspide descubrió este nicho de negocio de manera casi fortuita. Cuando tuvo su primer hijo, se dio cuenta de que el mercado apenas ofrecía opciones "más allá del clásico body azul o rosa". Así que, dado que no encontraba ropa informal para su bebé, optó por montar una empresa junto a su mujer dedicada precisamente a esto. Algo similar le sucedió a Santiago Ibáñez y Silvia Moneo, socios fundadores de Pequefitness. "Un día, cuando estaba en casa, observé que a mi hijo le gustaba subirse a la bicicleta de spinning que teníamos".
Ibáñez comenzó a otear el mercado en busca de aparatos de deporte adaptados a los más pequeños, en su caso para un niño de cuatro años. "Sólo vi algo en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, pero no encontré nada en España". Y así fue como se le encendió la bombilla. ¿Y si se encargara él de distribuir este tipo de artículos para padres con hijos inquietos? Dicho y hecho. Pequefitness distribuye productos de fitness para niños a partir de 3 años. En su caso, la barrera de entrada que se encontró fue "al desconocimiento por parte de la sociedad de cómo beneficia el deporte a los niños. Los padres desconfían". Quien no lo hace son las instituciones. Y es que los clientes que mejor están respondiendo a su catálogo son "los colegios, hospitales y gimnasios". Los precios arrancan desde 100 euros.