Lo "normal" en nuestra sociedad es dormir en pijama, o al menos con ciertas prendas (viejas, por lo general) que cumplan esa función. La mera idea de dormir en completa desnudez resulta, para mucha gente, demasiado exótica.
Saber másDiez claves para dormir bien durante la ola de calor
Pero esa creencia es sobre todo una cuestión cultural: es a lo que estamos acostumbrados. Alguien podría pensar que al dormir desnudo podría pasar frío, pero eso no sucederá si se tapa con las mantas apropiadas (y no se destapa durante la noche).
Por el contrario, en los últimos años diversos estudios científicos han hallado varios potenciales beneficios en el hábito de dormir sin ropa. Algunos de los más importantes se enumeran a continuación.
Este es el efecto más notorio para muchas personas: acostarse sin ropa las ayuda a quedarse dormidas con mayor rapidez y que el sueño sea más extenso y de mayor calidad. El motivo de que esto suceda estaría relacionado con la autorregulación de la temperatura corporal.
Al dormir, la temperatura del cuerpo desciende. Por eso, lo más apropiado es que la habitación esté en torno a 18–22 ºC. Dormir con ropa puede dar mucho calor y, en consecuencia, hacer que conciliar el sueño sea más difícil y provocar despertares nocturnos, como explica la Fundación Nacional del Sueño (FNS) de Estados Unidos.
No obstante, la FNS también puntualiza que, al dormir desnudo o con poca ropa, el cuerpo se torna más susceptible a las variaciones en la temperatura ambiente. Por ello, conviene tener alguna manta cerca, por si acaso la temperatura de la habitación bajara demasiado durante la noche.
Dormir más frescos hace que aumente la actividad del tejido adiposo marrón, un tejido graso que quema energía precisamente para producir calor y mantener la temperatura central del cuerpo. Su actividad contribuye con una eliminación más eficaz de la glucosa, según comprobó un estudio de científicos de Estados Unidos en 2014.
De esa manera, además, el organismo mejora su sensibilidad a la insulina y quema calorías (aunque en una cantidad muy pequeña, que no representa ninguna pérdida de peso). El caso es que Franceso Celi, director de la citada investigación, destacó que todos estos efectos representan una reducción en el riesgo de padecer diabetes.
La candidiasis vaginal es un problema recurrente en muchas mujeres. A menudo, tal infección es propiciada por una inadecuada circulación de aire en la zona genital, a causa del uso de ropa interior muy ajustada o confeccionada con telas sintéticas.
Es por ello que la FNS incluye la mejor salud vaginal como una de las ventajas de que las mujeres duerman desnudas (aunque, por cierto, la candidiasis genital también puede afectar a los varones).
La calidad de los espermatozoides es más alta en los hombres que duermen desnudos. Una vez más, la clave está en la temperatura: algunos grados de más representan un riesgo. Un estudio presentado en 2015 reveló que, en los hombres que dormían sin ropa, el riesgo de una fragmentación en el ADN de su semen era un 25% más bajo.
La directora de la investigación, Katherine Sapra, científica de la Weill Cornell Medical College, de Nueva York, añadió además que "se observan mejores parámetros de calidad del esperma en hombres que durante el día usan calzoncillos tipo bóxer" y no slips ajustados. Trabajos posteriores confirmaron estos resultados.
Para quienes duermen acompañados los beneficios se multiplican. Dormir desnudos favorece el contacto piel con piel, que a su vez hace que el cuerpo segregue oxitocina, la llamada hormona "del amor", debido al rol que desempeña en el bienestar y la intimidad de la pareja.
La oxitocina, además, contribuye con la disminución de la tensión sanguínea, estimula el sistema inmunológico y reduce el estrés y la ansiedad. Y además, desde luego, el contacto piel con piel es un aliciente para el deseo y las relaciones sexuales.
Estar casi todo el tiempo con ropa hace que muchas personas tengan una relación distante –y a menudo conflictiva– con su imagen corporal. Estudios recientes han llegado a la conclusión de que pasar tiempo desnudo está asociado con una más alta autoestima, una percepción del propio cuerpo más positiva y, en general, una mayor satisfacción con la vida.
Mucho más quienes están con alguien: un trabajo publicado el año pasado señala que si una persona pasa tiempo desnuda junto a otra experimenta una mejora en cómo percibe su propia imagen. El resultado fue unos menores índices de ansiedad y un mayor bienestar general.
Más allá de los beneficios que dormir sin ropa puede tener sobre muchas personas, la FNS enfatiza que el principal objetivo es tener un sueño saludable: de buena calidad y de la duración recomendada (los adultos, entre siete y nueve horas diarias).
Quienes no se sientan cómodos metiéndose desnudos en la cama no deben preocuparse, por supuesto, no es un problema hacerlo de esa forma. A lo sumo, no podrán gozar de los beneficios mencionados más arriba. Pero no implica nada de gravedad.
En todo caso, pueden tratar de hacerlo con prendas de telas naturales (como algodón, lana o seda). Esas fibras contribuyen a la termorregulación corporal y a la calidad del sueño de una manera mucho más eficaz que las telas sintéticas, como lo corroboró un estudio de 2019.
Antes de tomar la decisión de empezar a dormir desnudo, la FNS recomienda asegurarse de tener una buena cantidad de sábanas (pues es probable que sea necesario cambiarlas con mayor frecuencia) y que en la habitación por la noche no se produzcan cambios de temperatura demasiado bruscos.
La FNS también señala que puede ser apropiado adquirir la rutina de ducharse o bañarse antes de ir a la cama, para extender el tiempo de uso de las sábanas entre cada lavado y el siguiente. Y añade algunas recomendaciones para comenzar:
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