Estefanía GrijotaBarcelona
Por fin tienes entre manos ese vestido que hace unas semanas fichaste en una de las tiendas de tu barrio. Y cuando corres a comprarlo ¡voilá! queda justo uno de tu talla. Has tenido suerte y, por ello, hasta quizás te apetezca llevártelo puesto. Puede debes saber que no es para nada una buena idea. Ni es conveniente llevártelo puesto, ni tampoco dejarlo en el armario hasta que decidas hacerlo.
Tendrás que lavarlo siempre antes de ponértelo, ya que corres el riesgo de que tu salud se resienta, y en concreto, tu piel. Químicos, bacterias, ácaros y polvo son solo algunos de los responsables que pueden iniciar estos problemas, y lo que es peor, derivar en algo mucho más grave con el tiempo, por ello, os contamos algunas de las razones.
Piensa en todas las personas que habrán tocado el vestido. en la cantidad de gente que se lo habrá probado o, incluso, en las veces que se haya podido caer al suelo. Y así un día tras otro..., esto lleva inevitablemente siempre a que la ropa va a llevar de serie numerosos parásitos, polvo y bacterias, algo que es lógico y obvio.
Un informe publicado en el 2015 por la Universidad de Estocolmo, en Suecia, concluyó que hay muchos químicos y sustancias que se usan para darle más color y forma a las prendas, que en algunos casos, se quedan como residuos. El estudio demostró cómo, sobre todo, las aminas aromáticas y las quinolinas se encuentran, a menudo, en los tejidos de poliéster.
Quizás, esta sea una de las razones más poderosas por las que debamos lavar la ropa siempre después de comprarla. El riesgo está ahí. Y aunque esto no signifique que no puedas “pecar” y ponerte ropa nueva sin lavarla y, que no te pase absolutamente nada, de hecho, estamos seguros de que así habrá sido y puede que sea, pecer este de padero también corres el riesgo de padecer este tipo de alteraciones en la piel. Donald Belsito, un reconocido dermatólogo de la Universidad de Columbia aseguraba en unas declaraciones en Global Medical News que las prendas compradas en tiendas, pueden ocasionar graves problemas en la piel como estos.
Este tipo de alergias se engloban en la que se denomina de reacción retardada, por el contacto de la piel con moléculas de bajo peso como el formaldehído o el níquel. Según Ana Giménez Arnau, dermatóloga Miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) esta alergia, aparece al tocar sustancias con capacidad de penetrar en la superficie de la piel. “Estas suelen ser sustancias químicas contenidas en el textil, aunque si hay dudas, se deben realizar las pruebas pertinentes para descartar cualquier otra afección”, explica.
Cristina Eguren, dermatóloga clínica y directora de la Clínica Eguren, asegura que es uno de los desencadenantes principales de la dermatitis atópica es la lana y los agentes químicos, estos últimos, presentes en todas las prendas. Además, afirma “la dermatitis atópica, hoy por hoy, no tiene cura”, agrega.
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