Hasta los 3 años, los padres solemos lavar la ropa de los bebés y niños por separado, ya que son prendas más delicadas.
La piel del bebé es tan sensible que el contacto con una prenda en la que queden restos de detergente puede producirle reacciones alérgicas o irritaciones.
Su ropa debe lavarse con un detergente líquido para prendas delicadas y aclararse cuidadosamente.
No es recomendable utilizar productos anticalcáreos, suavizantes ni blanqueadores.
Algunos bebés pueden tener alergia a la lana o a las prendas sintéticas.
Por ello, es preferible utilizar prendas de algodón y consultar con el pediatra ante cualquier síntoma de irritación.
Tres consejos antes de lavar la ropa de los bebés y niños
Todas las prendas incluyen una etiqueta con las instrucciones de lavado. Su simbología indica si la prenda se puede lavar en la lavadora, la temperatura máxima de lavado, o si hay que lavarla a mano. También señala si la prenda se puede o no planchar o la temperatura de planchado (200º muy alta, 150º temperatura media, 110º temperatura baja). Otras indicaciones se refieren al uso de la secadora.
La ropa de color hay que separarla de la blanca, ya que puede desteñir, y a ser posible lavar por separado la de colores claros. Así nuestra ropa durará más tiempo y estará tan reluciente como el primer día.
Para saber si nuestras prendas pueden desteñir, aplicamos agua caliente en una parte de la ropa, preferentemente un dobladillo, e inmediatamente la planchamos entre dos piezas de tela blanca. Si la tela se mancha, lávala separada del resto de la colada.
Para separar la ropa de la colada se aconseja utilizar un cesto con varios compartimentos, así podremos clasificar las prendas sin esfuerzo y sobre la marcha. En el mercado existen recipientes de este tipo muy prácticos.
También hay que clasificar las prendas en función del tipo de tejido, si es algodón, sintético o lana. Cada tejido requiere un tratamiento específico. Por ejemplo, la seda y la lana son tejidos delicados. ¡Hay que tener cuidado con su lavado!
El grado de suciedad también influye en el lavado, si la ropa está manchada, poco manchada o aparentemente no tiene manchas. La ropa de los niños no solo se ensucia de chocolate, fruta..., también de otras manchas menos visibles al ojo humano. ¡No olvides que nuestro cuerpo segrega grasa para proteger la piel, pero también suda y se descama a diario! Por esto que hay que lavarla.