La luna de miel de Ester y David por el Mediterráneo no les dejará un buen recuerdo. Ni por la actual ola de coronavirus que le ha alcanzado a ella ni por el trato que, según denuncia, han recibido por parte de la tripulación de un crucero donde celebraban su reciente boda.
"He dado positivo y nos han confinado, hasta ahí todo correcto; el problema viene cuando pides que te hagan un PCR para confirmar el positivo y no quieren, cuando no hay ningún seguimiento de los contagiados", explica esta mujer de 43 años por correo electrónico desde el camarote donde también se encuentra él, hasta ahora negativo pero confinado por ser un contacto estrecho.
Desde que un test de antígenos detectó la infección el lunes hasta el mediodía de este martes la inquietud de Ester se ha ido acentuado. "Me encuentro con mucha tos, presión en el pecho, dolor de cabeza, mi marido también empieza a encontrarse mal".
Un segundo test, que tuvo que reclamar con insistencia y por el que cuenta pagó 80 euros, confirmó el primer positivo. A través de Instagram la pareja ha mostrado el protocolo con las indicaciones recibidas, que especifican que ha de llevar una mascarilla FFP2, mantener una distancia mínima de 1,80 metros con las personas que no forman parte de su burbuja y seguir las indicaciones de la tripulación.
Pero el problema ha surgido precisamente al requerir ella, ya infectada, esas indicaciones. "Temo complicaciones, no tengo ningún clase de seguimiento, ni medicación, ni llamadas para saber mi estado, aunque hemos reclamado que vengan. He pedido que me tomen la temperatura y no lo han hecho", detalla Ester.
Su queja por la falta de atención médica se hace extensiva al servicio del crucero. "Cuando llamas para pedir comida o algún servicio, no te atienden y te pasan de un teléfono a otro. Nos han tenido ocho horas sin traer comida hasta que he salido a reclamar por enésima vez".
El crucero partió de Marsella, en el sur de Francia, el pasado 28 de diciembre con 5.000 pasajeros; Ester y David pagaron 2.000 euros por embarcarse del 1 al 8 de enero. 150 viajeros dieron positivo tras hacerse una prueba de coronavirus en su parada en Génova, asegura EFE citando un comunicado de la naviera. Otro comunicado facilitado desde Madrid no facilita cifras y circunscribe el brote a "un número limitado de casos entre los pasajeros y la tripulación".
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— Athari Sun Apr 04 19:55:51 +0000 2021
Esta última declaración oficial de MSC confirma que los contagiados, "en su mayoría asintomáticos", fueron puestos en cuarentena en sus camarotes junto a sus contactos estrechos hasta que el capitán del crucero se coordinó con las autoridades sanitarias locales.
En Génova bajaron el lunes unos 40 positivos y este martes han empezado a desembarcar en Civitavecchia, en el centro de Italia, el resto de contagiados, en su mayoría italianos, que serán llevados a sus hogares por medios particulares o recogidos por sus familiares para que puedan realizar la cuarentena.
Ester y David, que forman parte de este grupo, iban a ser trasladados a un hotel o residencia para cumplir el tiempo de cuarentena, aunque no habían recibido hasta mediodía del martes información concreta sobre dónde iban a ser alojados ni durante cuánto tiempo. "Nos quieren dejar aquí, pero en cambio no deja de entrar gente", asegura ella, que denuncia las malas condiciones higiénicas y apunta que "había muchos trabajadores contagiados".
Otra de las pasajeras del crucero aseguró que aunque las cifras ofrecidas por MSC contabilizan 150 positivos "en realidad son muchos más" porque dentro de la nave es imposible realizar una cuarentena, según recoge EFE citando al medio italiano Fanpage. Esa segunda pasajera sostuvo que un día después del inicio del crucero ya se notificaron diez positivos y remarcó la falta de medidas para evitar el contagio
En el comunicado facilitado por MSC desde Madrid, la compañía atribuye la detección del brote "a la estricta aplicación" de su protocolo de seguridad. "Todos los pasajeros y la tripulación a bordo de nuestros barcos están completamente vacunados. Los viajeros deben someterse a una prueba antes de embarcar y se les controla regularmente a bordo mediante pruebas adicionales y otras medidas durante su crucero. La tripulación se somete a pruebas periódicas cada dos días", sostiene la compañía.
Tras el desembarco de los positivos, el crucero proseguirá su recorrido con el resto de pasajeros que no han enfermado y que tienen como destino Malta. "El barco sigue operando con regularidad", confirma la empresa. Para Ester y David el viaje ha concluido. Confían en que sea la naviera quien pague su retorno, aunque la prioridad ahora mismo es su salud. "Estoy muy preocupada", concluye ella.
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