El gobierno cubano inició la construcción de un nuevo hotel en la céntrica esquina de Humbolt y P, en el Vedado habanero, justo donde antes se levantaba el icónico club y cabaret nocturno Montmartre, que posteriormente sería convertido en el restaurante Moscú.
Imágenes posteadas en redes sociales atestiguan que ya comenzaron los trabajos de demolición y la calle permanece cerrada con un letrero que dice "Hotel en construcción".
En La Rampa capitalina una nueva señalización indica que la calle P "permanece cerrada" y recomienda "transitar por la calle O".
Se trata de un inmueble que quedó inhabitable en 1989 tras un incendio en el restaurante Moscú, que había sido inaugurado allí en 1980.
Antes de esa fecha muchos cubanos terminaban sus noches habaneras en esa esquina, que en los años 40 y 50 fue sede del Montmartre.
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— Anagazo Fri Jun 26 08:21:09 +0000 2020
La edificación llevaba 30 años en ruinas. En las primeras décadas del siglo XX en este terreno hubo una agencia de automóviles Dodge y luego se construyó una pista de carrera de galgos. Los juegos, el dinero, los sabores exóticos y un toque de lujuria en la noche habanera, distinguían a la concurrida esquina, predestinada a tener el cabaret más francés de Cuba, que fue visitado por Frank Sinatra y Ava Gardner durante su luna de miel en 1947.
Ante la confirmación de la construcción de otro hotel en La Habana, donde además se están terminando otras construcciones similares en zonas como 3ra y 70 en Miramar, los cubanos se preguntaron cuándo el gobierno invertirá en las casas para el pueblo.
"Y las casas para el pueblo para cuándo? y el pueblo no exige casas? sigue aguantando la humillación y la miseria pacientemente", se cuestionó un internauta.
También criticaron el discurso oficialista que justifica las demoras en la construcción de viviendas con la escasez de recursos: "Pa' eso (hoteles) sí hay dinerito...", comentaron.
Recientemente otro internauta posteó en Facebook imágenes de otro hotel frente al Malecón habanero, a un costado de la calle G, y recordó que mientras estas grandes edificaciones se levantan las casas de los cubanos se caen a pedazos.