Harry Potter ya tiene sucesores: dos jóvenes magos que son hermanos mellizos y que protagonizan el cómic Hooky (Martínez Roca), de la barcelonesa Míriam Bonastre (Pineda del Mar, 1994). Un manga online que, tras conseguir más de 95 millones de visitas únicas y figurar en la lista de los cómics más vendidos del The New York Times, por fin podemos leer en papel en España.
Una exitosa aventura que comenzó hace ya unos años, como nos comenta Míriam: “Hooky nació por casualidad. En 2014 estaba haciendo el Inkoctober, un reto que hacemos algunos dibujantes, que consiste en hacer un dibujo a tinta cada día durante ese mes. Yo creé a dos hermanos brujitos (Dorian y Dani), y me gustaron tanto que seguí dibujándolos y pensando historias para ellos. Y dio la casualidad de que la plataforma de cómics online Webtoon convocó un concurso internacional. Los presenté y aceptaron mi proyecto”.
Pero… ¿Por qué se titula Hooky? “En inglés –nos comenta Míriam-, hay una expresión, Play Hooky, cuya traducción seria “Hacer novillos”. Y como la historia comienza con esos dos hermanos gemelos que pierden el autobús que les tenía que llevar a la escuela de magia, pensé que era un título estupendo para una historia de brujitas”.
Es evidente que Hooky está inspirado en Harry Potter, como nos confiesa Míriam: “Harry Potter fue la primera saga que leí, a los siete años, justo cuando se estrenó la primera película. Y me acompañó durante toda mi infancia y parte de mi entrada a la adolescencia. El último libro lo leí a los 14 años. Y me ha influenciado un montón en este manga”.
“La magia no la he tratado muy a fondo en Hooky –continúa Míriam-. No hay un sistema de magia muy currado, sino que bebe directamente de Harry Potter, de Mágica Doremi y de obras similares. Bebe directamente de Harry Potter en el sentido de que la magia se aprende estudiando en los libros. Hay hechizos mágicos, escobas, pociones, maldiciones, adivinación del futuro… todos los elementos clásicos de la magia”.
La otra gran influencia es el Studio Ghibli. “Sobre todo en la estética de los personajes y los escenarios –confiesa-. Me encantan las películas de Ghibli y creo que algo muy bonito que tienen es lo mágico y encantador que son esas ciudades, los bosques... Eso es lo que yo creo que tiene más que ver con mi obra: la parte estética”.
“El manga y el anime me influyen mucho porque yo he leído muchísimo manga desde pequeñita –añade-. En cuanto al color, el mundo de Hooky es muy colorido, como los animes. Y he usado algunos trucos del anime, como ponerle un color definitorio a cada personaje. He querido crear un mundo alegre y colorido que apetezca explorar”.
Tener 95 millones de lectores en todo el mundo es algo que ya desearían muchísimos grandes autores. Y Míriam está muy agradecida a Webtoon: “Fue una cosa gradual. Cuando yo empecé había pocos lectores en la plataforma. Aunque ahora es muy famosa e incluso hay una parte más dirigida al público latino y español. Y es muy emocionante tener una comunidad de gente que sigue la historia y que hace fan arts, fan vídeos… a mí eso me gusta mucho”.
“Ahora me costaría renunciar a eso -confiesa-. Como el formato conlleva publicar un episodio semanal en Internet, es un contacto continuo con el lector. Cada semana recibía cientos o incluso miles de comentarios de la gente, siguiendo la historia y comentando cosas. Es muy chulo vivir la historia a la vez que los lectores”
“Leo todos los comentarios pero intento que no influyan en mis planes –continúa Míriam-. Pero a veces si me han influido, sobre todo al principio. Hay dos personajes, que son Nico y la princesa Mónica, que empezaron siendo, no antagonistas pero sí un poco repelentes. E incluso hacen un poco de bullying a los protagonistas. Mi idea es que tuvieran un arco narrativo durante el que se fueran haciendo más simpáticos. Pero hubo tantos comentarios de gente diciendo que los odiaba, que decidí acelerar el proceso de maduración de ambos, y es algo de lo que me arrepiento un pelín. Me hubiera gustado que siguieran siendo un poco tontos durante un poco más de tiempo”.
Míriam nos presenta a los protagonistas, empezando por los gemelos: “Dani y Dorian son dos brujos mellizos de 12 años. En el mundo en el que han crecido los brujos tienen que esconderse y pasar desapercibidos porque hasta hace poco los quemaban en la hoguera. Por eso han crecido encerrados en su casa, donde no corrían peligro. Y ahora, cuando pierden el autobús a la escuela, se verán atrapados en un mundo hostil donde está a punto de comenzar una guerra entre los brujos y el resto de las personas”.
“La niña se llama Dani –añade Míriam- y es muy extrovertida, muy alegre, muy echada “palante”. Pero es muy mala con la magia, muy insegura con sus poderes. Y Dorian es todo lo contrario, es como un ratón de biblioteca y la magia se le da muy bien de forma natural. Pero socialmente es muy inepto, le cuesta relacionarse con la gente, es muy tímido, es un poco rarito… Y en esta aventura veremos cómo empieza como a abrirse al mundo. Y todo mientras acecha esa guerra en la que se verán implicados”.
Mónica es una princesa de 14 años empeñada en rescatar a su príncipe, que ha sido secuestrado. “Imaginé a la princesa como una niña que ha vivido siempre entre algodones –confiesa la autora-. Una jovencita rica, superficial y muy romántica, a la que le gustan mucho las novelas. Pero también tiene una autoestima por las nubes. Por eso tiene como dos caras: es una jovencita cursi, pero que cree mucho en sí misma y puede hacer cualquier cosa que se proponga. Al principio eso juega en su contra porque tiene la autoestima, pero no tiene los conocimientos ni las herramientas para hacer nada. Y durante la historia crecerá y aprenderá a adquirir las herramientas que necesita”.
Completa el cuarteto protagonista Nico, un joven que hará de guía a los mellizos. “No lo definiría como un gamberrete, pero sí como un chico un poco outsider que vive en la calle, con sus amigos, y que es un poco brusco al hablar. Eso se debe a la falta de una figura paterna cariñosa. Además, no puede hacer magia y la persona que lo crió es un brujo. Por eso, al contrario que Mónica, tiene una gran falta de autoestima y siempre parece enfadado con los demás. Pero a medida que acepte esas inseguridades se hará amigo del grupo y descubrirá que puede aportar muchas cosas a pesar de no ser un brujo”.
Hooky triunfa entre el público juvenil (de los 12 a los 16 años) que es cuando los adolescentes dejan de leer. Por eso preguntamos a Míriam cuál cree que es el secreto de su éxito: “No empecé Hooky con la intención de llegar a un público en concreto, sino que empecé a dibujar lo que me apetecía. Lo que sí que es verdad es que yo siento mucha compatibilidad con ese target en concreto, esa época en que dejamos de ser niños y nos convertimos en adolescentes. Esa época en la que muchos dejan de leer, pero en la que yo seguí leyendo”
“De hecho –añade-, muchas obras que leí en esa época son las que más me han influenciado y las que lograron que yo siga leyendo actualmente: como las mencionadas, Avatar: La leyenda de Aang, Full Metal Alchemist.. Obras que me han marcado mucho. Ya pesar de que actualmente leo cosas más adultas, no he dejado de consumir el contenido de ese target. Por eso este manga me resultó bastante natural”.
Pasar el manga del formato digital al papel no ha sido fácil, como nos comenta Míriam: “Sobre todo porque en Webtoon no son webcómics al uso, sino que están pensados para leer en el móvil, de arriba abajo. Una viñeta debajo de la otra. Son como una tira muy larga de cómic, para que el lector no tenga que ir haciendo zoom con los dedos constantemente, sino que vaya bajando y leyendo tranquilamente”.
Hooky se publicó originalmente en 222 episodios semanales durante 4 años y medio. “Eran episodios de 40 a 60 viñetas – nos explica Míriam-. Y al pasarlo al papel, afortunadamente no he tenido que redibujar muchas páginas. Simplemente, lo he maquetado y adaptado a la narrativa del cómic. Ha sido un nuevo reto porque en la versión digital no tienes ninguna limitación de espacio y en el papel sí. Así que he tenido que sintetizar e incluso suprimir algunas viñetas porque tendía a enrollarme mucho. Creo que ha quedado muy chulo”.
En cuanto a sus proyectos, Míriam nos confiesa que: “Ahora llevo dos años sin publicar en web semanalmente, aunque mi intención es volver a ponerme a ello enseguida. No sé cómo conseguiré coger el ritmo otra vez, pero estoy en ello. No serán nuevas aventuras de los protagonistas de Hooky, porque dejé bastante cerrada la historia. Pero estoy trabajando en otra historia de fantasía dirigida también a un público adolescente, quizá un poco más mayor. Tengo muchas ganas de sacar cosas nuevas, la verdad”.