Manuel Díaz, El Cordobés: las locuras que hizo para demostrar quién es su padre

Lazos de sangre

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¿Quién no ha escuchado la historia de Manuel Díaz, 'El Cordobés'? El torero nunca se ha cansado de gritar a los cuatro vientos que Manuel Benítez era su padre, pero ha tardado muchos años en conseguir que un jurado le reconociera como tal. Sin embargo, su lucha comenzó siendo muy joven, como hemos visto en el documental de 'Lazos de sangre', nunca desistió en lograr su objetivo y acumuló una larga lista de locuras para demostrar que el torero más famoso de los años 60 era su padre.

En esta larga e intensa entrevista Manuel Díaz ha revelado algunos de los secretos más desconocidos y también ha rememorado todo lo que hizo para llamar la atención de su padre, Manuel Benítez. En su familia nunca le ocultaron la verdad, su madre le contó quién era su padre y su abuela presumía de ello constantemente, aunque nunca la creyeran: «Mi abuela le decía que yo era el hijo de El Cordobés y la tomaban por loca», dice Manuel Díaz al recordar su infancia. Una infancia con un sabor agridulce, en la que la lucha por sobrevivir a la pobreza se pelea por la inmensa felicidad que sentía al verse querido por los suyos, por su familia materna claro está. Ese cariño no llegaba de la misma forma de la familia paterna, Manuel Benítez siempre renegó de él y cuánto más negaba su vínculo, más se esforzaba El Cordobés hijo por demostrar que era verdad.

Así fue el primer encuentro de Manuel Díaz y Manuel Benítez

'El Cordobés' hijo buscó llamar la atención de su padre, pero el primer y único encuentro que han tenido fue casi fortuito. Los dos se encontraban en la escuela de tauromaquia Manuel Benítez, estaban haciendo un homenaje al comentarista Matías Prats y Manuel Benítez era el centro de atención en aquella fiesta. Todos los niños se acercaron a ver a su ídolo, todos menos Manuel Díaz. El pequeño Manuel no se atrevía a acercarse y a la multitud porque pensaba "que él no debía ir". Y como funcionamos todos de pequeños en la vida, le retaron a saludarle y se lanzó a la aventura. Llegó hasta la mesa, le pidió un autógrafo y de repente los dos fueron el centro de atención. Todos sabían que era su hijo, aunque legalmente no lo hubiese reconocido, y vio como se formó un círculo de personas que cuchicheaban sobre ellos. No había dudas, no lo diría un papel, pero sí las semejanzas entre ellos.

Después de aquello, siguió los pasos de su padre en casi todo, se marchó de su casa copiándole aquella frase de despedida de su padre "Madre, o te compro una casa o te visto de luto" y le hizo una promesa que, aunque tardase mucho años en cumplir, jamás olvidó: «Mamá, tranquila que me he comprometido a defender tu honor y tu verdad».

Le engañaron para hacer una entrevista en la televisión, le ofrecieron mucho dinero para su madre y contar su verdad. Él no dudó, se puso su mejor traje y se sentó frente a las cámaras de televisión. Lo contó todo, pero nunca vio el dinero que le prometieron. Quizás no fue la mejor forma de darse a conocer, pero él no mentía y quería seguir luchando por dar su historia a conocer.

'El Cordobés' saltó como espontáneo en las ventas

Siguió adelante con su vida y continuó tomando a su padre de ejempl, pero "solo como torero, no como hombre". Igual que su padre hizo una vez, él saltó de espontáneo en una de las corridas de su padre, Manuel Benítez. Un episodio que recuerda con detalle para 'Lazos de sangre'. "Me dieron una entrada, un abrigo muy grande y me metí debajo el capote", comenta y se disculpa de nuevo por aquel suceso:"Yo solamente estaba siguiendo sus pasos". Solo quería llamar su atención, hacerle sentir orgulloso, demostrar que tenía la misma valentía que había tenido El Cordobés, pero solo recibió empujones: "Pude pegar un pase y de allí me sacaron con un par de zarandeos".

Después todo se quedó en una anécdota. Nadie se enfadó y aunque Manuel Díaz fue detenido, el propio Benítez llamó para pedir que le soltaran y explicar que era una tontería. Mauel Díaz está convencido de que, aunque no se enfadó, aquella no fue la mejor forma de intentar conectar con su padre.

La pelea por el nombre de 'El Cordobés'

Pero esa fue solo una de muchas otras, después, cuando Manuel consiguió cierta fama, quiso adoptar el nombre de su padre. Anunció sus corridas con este eslogan: "El Cordobés vuelve, sin apellidos ni fortuna". Una decisión que tampoco sentó bien a Manuel Benítez. En pleno directo, mientras Manuel estaba en un plató de televisión, Manuel Díaz recibió la noticia de que su padre había emprendido acciones legales para que rescindieran los contratos de los espectáculos. Y, aunque muchos empresarion se acobardaron y anularon su nombre en los carteles, uno de ellos decidió mantenerse firme y consiguió que se agotaran las entradas una semana antes de la corrida. ¡Era todo un éxito!

Más tarde, pasado el momento clave, los juzgados le dieron la razón a Manuel Díaz, a partir de entonces podría utilizar el nombre de 'El Cordobés'. ¡Una victoria más para su lista! La última fue la más grande, la demanda de paternidad en la que trabajó con el abogado Fernando Osuna. Él se encargó del caso, interpuso la demanda de paternidad, se hicieron las pruebas y después de mucho tiempo, por fin la ley reconoció a Manuel Benítez como el padre biológico de Manuel Díaz. Una historia que tardó muchos años en encontrar un final feliz. Y decimos feliz, porque al menos tuvieron la paz y la tranquilidad de dar a conocer la verdad, pero para Manuel todavía hay muchos temas pendientes.

Un gran ejemplo... como torero

Su padre nunca ha querido reunirse con él y él quiere hacerle muchas preguntas, sobre todo por qué. ¿Por qué nunca le reconoció? ¿Por qué le abandonó a su suerte? ¿Por qué no quiso acogerle? ¿Por qué no torearon juntos? ¿Por qué le privó de estar con sus hermanos?... Son tantas y solo él tiene el poder de responderlas. Aún así, a pesar de las diferencias él dice que le admira mucho, aunque siempre aclara que profesionalmente, como torero. Por lo demás, no oculta lo que siente: "Ha sido un hombre increíble pero quedó incompleto como hombre, como padre" porque para él, "tener hijos no es ir haciendo hijos por ahí" y de eso sí que sabe. Su hija Alba con Vicky Martín Berrocal, y sus hijos Manuel y Triana con Virginia Triconis, siempre le han admirado y querido. Él ha aprendido cómo debe comportarse y qué no debe hacer y para sus hijos no hay duda, es el número uno.