José Carlos Mariátegui va más allá de la indudable referencia intelectual y cultural. Mariátegui es medular, al punto que resulta imposible entender/sentir el Perú sin su obra. Por ello, Mariátegui a la fecha es una marca, una suerte de figura de la que estudiosos y admiradores quieren saberlo todo y en esta intención también figura la aparente información tangencial que se pueda recabar de su vida (llámese fetichismo).
Uno de esos obsesionadospor la vida y obra de Mariategui es el investigador belga Servais Thissen,quien en 2017 publicó Marátegui.Biografía ilustrada. La aventura del hombre nuevo (Horizonte), libro quecontenía 500 fotografías de época y que en estos días presentará Mariátegui, nuevos aportes (Argos), quecontiene textos inéditos de Mariátegui, como cartas y poemas, también entrevistas,cuentos y artículos no incluidos en libro; textos sobre Mariátegui tras sumuerte en 1930 y el documento probatorio sobre su nueva paternidad.
Un libro llamado aser fuego y polémica, sin duda.
Al respecto, elinvestigador belga señala que su pasión por el pensador peruano empezó hace 45años:
“Descubrí a JoséCarlos Mariátegui por su revista Amauta.La vi en la avenida Grau, me llamó atención su parte gráfica y contenido. Mepareció una persona muy interesante y también su entorno, como César Vallejo, AbrahamValdelomar, Haya de la Torre. Además, soy aficionado a la fotografía y empecé areunir fotos de Mariátegui. Asimismo, conocí a Javier Mariátegui y empecé atener acceso a material no muy conocido.
Con el tiempo me dicuenta de que no había una biografía ilustrada de Mariátegui. Es así que en2017 publiqué la biografía ilustrada de Mariátegui. Su vida es impresionante,tenía un año de primaria y murió a los 35 años. Fue promotor del socialismo, lahistoria, la literatura y el arte. Lo mejor del Perú lo encontré en Mariátegui”.
A la pregunta sobrecómo configuró la publicación, Thissen responde lo siguiente:
“Este libro nace dela búsqueda que hice a partir de la biografía ilustrada. Y encontré artículos ycartas que no están en los tomos de las obras completas. Hay textos de Mariáteguiy otros referidos a él. Artículos sobre la muerte de Mariátegui en 1930.Cartas, poemas, un cuento, entrevistas y los propios escritos de Mariategui desu columna “Voces” que no están en sus obras completas. Artículos que no estánfirmados en el diario Información, y endonde Mariátegui escribía todo el contenido. Hay textos suyos sobre Alemaniadespués de la Primera Guerra Mundial. Llama la atención la precisión con la queescribía Mariátegui. Además, hay un artículo muy emotivo de Luis AlbertoSánchez cuando le amputan la pierna y pide apoyo para él.
Lo más llamativo de este libro es el referido a la nueva paternidad. Humberto Rodríguez Pastor en 1995 demuestra en un libro que Mariátegui era hijo de un señor llamado Julio César Chocano. Entre varias inquietudes, orbitaba una pregunta: ¿por qué una mujer de Huacho se va a dar a luz a Moquegua? Le pregunté a Humberto Rodríguez Pastor si tenía nuevos elementos y me habló de un amigo. Es así como llegué a Augusto Tamayo”.
Efectivamente, comosi se tratara de una investigación tipo CSI literario, el reconocido críticoseñala que llegó a este dato revelador por casualidad.
“Tengo admiración por Mariátegui. Es una figura pública de la que es importante conocer no solo su obra. Pues bien, la prima hermana de mi tatarabuela se llevó a la madre de Mariátegui a Moquegua. La aparición de este familiar mío en la vida de José Carlos Mariátegui me llamó la atención. Rodríguez Pastor menciona que estando en Moquegua se enteró de que la mamá de Mariátegui había sido protegida de un señor de apellido Chocano. Me contacté con algunos descendientes para tener datos más precisos. E hice una investigación genealógica a la caza de este dato y hallé la partida de nacimiento de la hermana de Mariátegui y el declarante era Julio César Chocano. Parecía que podía ser el padre de Mariátegui.
Tiempo después, mehice un examen de ADN y me enviaron una enorme cantidad de datos de personasque compartían genes conmigo. En esa información aparecen mis hermanas, mis primoshermanos, primos segundos. Y Aparece uno de los nietos de Mariátegui. Yapareció otro nieto. Aparecían como primos terceros. Para mí era la prueba objetivae imparcial. Incluso me enviaron un documento en el que se me indicaba quepredecimos que Aldo Mariátegui —el periodista— es su primo tercero”.
En este sentido, cabepreguntarse si el poeta José Santos Chocano y Mariátegui sabían que compartíanlazos sanguíneos. Tamayo dice:
“Mariátegui nunca hablóde su padre. No sé si había una consciencia real de si sabía que Julio CésarChocano era su padre. Imagino que lo supo, pero no lo quiso hablar. En esosaños la polarización era muy fuerte, no estoy seguro de que Mariátegui y JoséSantos Chocano fueran amigos. No creo que Chocano supiera que compartían algúnlazo”.
Y Thissen añade:
“Julio César Chocanoera un militar y conoció a la mamá de José Carlos Mariátegui en Huacho. Chocanotambién fue parlamentario. El tercer hermano de Mariátegui se cambia de nombre,se pone Julio César en agradecimiento al protector de su madre. Este es un datohistórico, que salga a luz —probado en documentación—no atenta la obra de Mariátegui. No cambia ennada la figura de Mariátegui, una figura pública trascendental.
José Carlos Mariátegui era muy admirador del poeta José Santos Chocano. Al parecer, asistió a una presentación de Chocano en Huacho y solía recitar versos de Chocano. Sin embargo, en el año 1925 tuvo entredichos con Chocano porque apoyó una declaración de Vasconcelos, con quien el vate mantenía una furibunda polémica. El día que Mariátegui inaugura su imprenta Minerva, Chocano le reclamó; y luego fue a El Comercio en donde mató a Edwin Elmore. Chocano en la cárcel escribe una diatriba terrible contra los que firmaron ese comunicado de Vasconcelos.
En estos tiempos difíciles, en donde se ha tergiversado el pensamiento de Mariátegui —hasta Sendero Luminoso lo reclama—, es importante rescatar el mensaje de José Carlos Mariátegui, porque fue un hombre democrático que buscaba un socialismo con base en la solidaridad y la justicia. Su mensaje no solo es político y sindical, sino humano, cultural y donde el arte es fundamental”.
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