Cristina Suárez y Álvaro Martín aspiran a que Banyen Thai sea un viaje sensorial y, además de incluir el mobiliario que han ido adquiriendo en sus viajes a Asia, usan desde especias aromáticas y aceite traído de la India hasta coloridos uniformes de trabajo hechos artesanalmente por tailandesas PACO RODRÍGUEZ
Ellos se enamoraron del sudeste asiático en su luna de miel. Cristina Suárez y Álvaro Martín fueron en su viaje de novios a Tailandia y de aquella experiencia nació un oasis urbano, que con el tiempo se multiplicó por tres. Banyen Thai Spa abrió sus puertas en Vigo (en el 2010), luego inauguró su segundo centro en la ciudad olívica, y, a finales del 2018, lo hizo en pleno Ensanche santiagués, en República Arxentina. En este remanso del bienestar, con mobiliario que la pareja ha ido comprando en sus siguientes escapadas a Asia, ofrecen la paz que ellos encontraron a 10.000 kilómetros y sin necesidad de viajar. «Yo estudié Turismo, me encanta el servicio al público y en Tailandia es excelente. Todo el mundo tiene una sonrisa en la cara, son todo facilidades y no hay estrés. Cuando volvimos, hablamos de la posibilidad de montar algo similar a lo que vivimos allí, recreando todas esas sensaciones a través de la decoración, de los aromas, los tratamientos de bienestar y ese trato al cliente tan especial. La idea es que al cruzar la puerta sea como un viaje sensorial, de inmersión, en el que se olviden por un momento de la calle, de que están en Santiago, y se encuentren en una nube de relax», cuenta Cristina con su reconocible acento canario y carácter parlanchín, quien acabó en Galicia «por amor a un pontevedrés». Explica la pareja que abrieron «con toda la ilusión» en la capital gallega, buscando ampliar el negocio hacia un mercado más turístico. «Contratamos a especialistas en terapias del mundo y los formamos en ese trato al cliente que para nosotros es tan importante», destacan, al tiempo que reconocen que la pandemia los cogió cuando aún empezaban a levantar el vuelo.
Hoy disponen de 15 terapeutas en plantilla, 4 de ellas Santiago, con un circuito de spa privado «muy chiquitito y exclusivo» (pensado para una o dos personas, incluye yacusi, ducha de contrastes, cascada de agua fría, chorros a presión y sauna finlandesa), una zona de relax oriental —donde se puede disfrutar de un té o cava con chocolate o gominolas— y un buen catálogo de tratamientos de belleza y bienestar. Entre la docena de masajes que ofrecen, se incluye desde el balinés hasta el siatsu japonés o tailandés. Este último es de los más demandados, junto con el ritual romántico para parejas y los cheques regalo disponibles en su web para sorprender a un ser querido con cualquiera de sus servicios. ¿El perfil del cliente que va al Banyen Thai de Santiago? «Desde que hay restricciones es sobre todo local, pero antes el peregrino era una tercera parte de la facturación aquí. Tenemos un ritual específico para que se repongan después de hacer el Camino y estamos deseando que vuelvan a tocar a nuestra puerta», dicen.
PACO RODRÍGUEZ
Sar se moviliza con arte
El jueves se inauguraba en el centro sociocultural de Sar la exposición Mostrarte, organizada por el IES de Sar y el Espazo Veciñal de Sar en colaboración con el Concello, una iniciativa colectiva en la que el barrio se moviliza a través del arte. El objetivo es ayudar a dos pequeñas de Lousame, las gemelas Cayetana y Celia, que padecen una enfermedad rara conocida como heteroplasia ósea progresiva. Los alumnos del instituto santiagués colaboraron con más de 30 retratos femeninos para la muestra artística (en la que se incluyen cuadros de planos seriados), así como otras obras que fueron donadas por los estudiantes del bachillerato artístico para recaudar fondos a través de una subasta solidaria, la cual tendrá lugar el 11 de junio, el mismo día en el que se despide Mostrarte de la sala de exposición (puede verse hasta entonces de martes a viernes, entre las 18 y las 21 horas). Explica el director del centro, Aníbal García, que ya es posible apuntarse para pujar por las distintas obras a través de los formularios allí disponibles y recuerda que también recaudan fondos para la causa con la venta de jabones solidarios hechos este curso en el instituto.
Pilar Rey (en la foto, la primera por la izquierda), en el viaje a Peñíscola.
Pesca femenina
La selección gallega femenina de pesca en la modalidad de mar-costa logró la medalla de bronce en el decimoséptimo Campeonato de España de la modalidad celebrado en Peñíscola (Castellón). Entre sus integrantes está la negreiresa Pilar Rey Silva, quien junto a su compañera Sandra Dopico —de Ferrol— logró ascender a la alta competición. Pilar se inició en la pesca de mar hace 22 años, en 1999, de la mano de su marido David, logrando el título de campeona gallega en 2013 en la playa de Laxe.