Hace unos días, Marriage Story, la película protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver, aterrizó en el streaming para ratificar su título oficioso de film del momento. Los buenas críticas que recibió, su posición como Trending Topic perpetuo durante los últimos días, los cientos de memes a los que dio pie y las seis nominaciones a los Globo de Oro conseguidas este lunes certifican que el retrato del traumático divorcio de una actriz y un director de teatro es la cita imprescindible del fin de año cinéfilo. La repercusión cosechada tras su estreno digital y la avalancha de premios que se avecina provocaron que la atención del público se centre ahora en indagar acerca de la verdadera historia en la que se basa la trama: la separación del realizador Noah Baumbach y la actriz Jennifer Jason Leigh en 2010. ¿Cuánto hay de real en la favorita para alzarse con el Oscar a la mejor película del año?
"La película no trata sobre mi matrimonio de ninguna de las maneras", explicó el director y guionista Noah Baumbach en una entrevista con The Independent. En cada una de las declaraciones de promoción ofrecidas hasta la fecha, Baumbach fue explícito al respecto de la influencia más o menos directa de su vida en el desarrollo de la alabada ficción. Desde que el público del Festival de Venecia recibiera con entusiasmo su estreno internacional, la especulación al respecto de las similitudes entre la trama y la separación del realizador con la actriz, no tardó en brotar. Una consecuencia lógica si se tiene en cuenta el alto componente biográfico de otros trabajos del cineasta como Historias de familia -con reminiscencias del divorcio de sus padres- o The Meyerowitz Stories -sobre la vida en las sombras de progenitores con gran prestigio artístico-.
Literales o no, lo cierto es que las similitudes entre el director y la actriz interpretados por Driver y Johansson y los perfiles de Baumbach y Jason Leigh van mucho más allá de la profesión, el aspecto físico o tener un hijo en común. Arrancan en el mismo cartel del film, con los intérpretes luciendo una pose similar a la exhibida por la pareja en gala de los Oscar de 2006, en la que el cineasta fue nominado por Historias de familia. Al igual que el personaje de Nicole, Jason Leigh nació en California y se hizo un nombre en Hollywood por protagonizar una película adolescente (Picardías estudiantiles). Ellos también se conocieron en Broadway, cuando la intérprete trabajaba en la obra Proof en 2001 y, para echarle más leña al fuego, él mismo reconocería en una entrevista con The New York Times cuatro años después que eran "una pareja de neoyorquinos pero con terreno en Los Ángeles".
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Cuando empezaron a salir, ella era una actriz bien asentada en Hollywood y él un prometedor realizador en la escena cinematográfica independiente, siete años menor que ella. Se casaron en 2005 y hasta 2010, cuando anunciaron su separación, formaron pareja creativa en dos de los films de Baumbach: Margot y la boda y Greenberg. Esta última también protagonizada por Greta Gerwig, que se convirtió en pareja del director solo siete meses después del estreno de la película y de que Jason Leigh diera a luz a su único hijo en común, Rohmer. La actriz, como el rol interpretado por Johansson, pidió la custodia total del chico y localizó su residencia en Los Ángeles, con el cineasta viéndose obligado a recorrer el país para ver a su hijo igual que Charlie (Adam Driver) en la ficción. En 2013 completaron el proceso de divorcio.
Más allá de las especulaciones que puede haber sobre la inspiración del cineasta, otro paralelismo indudable del film con la vida de Baumbach es que el realizador comenzó a hacerse un nombre de prestigio en la industria mientras que los mejores días de Jennifer Jason Leigh empezaban a intuirse ya lejanos, situación que denuncia Nicole en la película. Al igual que el personaje de Scarlett Johansson regresa a Hollywood para retomar su estatus de estrella con un piloto televisivo, la intérprete de Los ocho más odiados dejó Nueva York para rodar en Los Ángeles el piloto de Open, una serie de Ryan Murphy para HBO que finalmente no vio luz verde.
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El director, consciente de que el éxito de Marriage Story podría convertir a su ex en una inesperada protagonista de los rumores hollywoodenses, le mostró tanto el guion como la película antes de que esta se estrenara. "Le gustó de verdad, porque no es sobre nuestro matrimonio", confesó el realizador en The New York Times. Además dijo que para él es "un halago" que el público trace esos paralelismos porque significa que se involucró emocionalmente con la obra. Para él, Marriage Story es una película personal, pero no autobiográfica y, con respecto a las declaraciones de los protagonistas del film, la vida del guionista quizá sea la pieza más importante del rompecabezas, pero no la única.
"Obviamente yo tenía mi propia perspectiva fresca del tema. Quisimos construir algo que viniera de un lugar real así que hablamos mucho, no solo de nuestras experiencias personales con el divorcio, sino de todo tipo de relaciones íntimas. Hablamos de la familia, de nuestros padres, de nuestros romances pasados. Nicole es una amalgama de todas esas cosas", explicó en The Hollywood Reporter Scarlett Johansson, nominada al Globo de Oro a la mejor actriz. La protagonista de Perdidos en Tokio admite haber trasladado mucho de su experiencia personal a su personaje, que encarnó mientras se divorciaba del periodista Romain Dauriac. También un Adam Driver que, aunque actualmente está felizmente casado con la actriz Joanne Tucker, vivió la separación de sus padres a los siete años, la misma edad que tiene el hijo de la pareja protagonista en el film. "Sabiendo lo que es tener la misma edad que Henry cuando tus padres se divorcian, y que traten de hacerlo lo mejor posible por tu bien, no puedes evitar apoyarte y pensar en eso", aseguró en el Daily Mail.
El último divorcio que inspira el argumento de Marriage Story es el de Laura Dern, la actriz que da vida a la abogada Nora Fanshaw y cuyo inspirador monólogo sobre el sexismo instaurado en la sociedad podría otorgarle el primer Oscar de su carrera. La intérprete de Big Little Lies se divorció en 2013 del músico Ben Harper y su representante legal a la hora de luchar por la custodia de los dos hijos en común fue Laura Wesser, célebre abogada de las estrellas y fuente de inspiración a la hora de dar vida a su personaje. Baumbach, íntimo amigo de Dern, la eligió incluso antes de tener listo el guion porque sabía, según contó a Sky News, que "había pasado por una separación, así que no solo hablamos del personaje, sino también del tema en sí, de las relaciones, de la vida".