Alexis Choque Sarmiento
Arequipa. Hace dos semanas, el caso de Víctor Maldonado fue viral en redes sociales. A este minero se le atribuyó la paternidad de un hijo que no era suyo y por 18 años pagó una pensión de alimentos que no debía.
Una prueba de ADN le sirvió para saber la verdad. Este tipo de exámenes ordenados por un juez tienen alto nivel de confiabilidad para confirmar el lazo genético entre dos personas.
A Ronald lo encontramos nervioso, sentado en la sala de espera de un laboratorio del distrito de Cayma. Aunque no da detalles de su caso, espera los resultados para saber si el hijo de su expareja es suyo.
En el laboratorio, un profesional que mantiene en reserva su identidad explica que los resultados de este examen pueden durar entre 10 a 15 días. Las muestras son enviadas a otros laboratorios de la capital o del extranjero. Este laboratorio trabaja con uno de Panamá. La muestra ideal que ellos realizan a los padres e hijo es de cepillado citológico, que consiste en sacar saliva de los costados de la boca. Luego, las muestras son enviadas en un sobre cerrado al laboratorio y regresan después de unos días.
Cuando la muestra de ADN se la sacan a la madre, padre e hijo, las posibilidades son dos: 0% (si no es padre) y 99.99999999% (ocho 9 cuando confirma el vínculo). Y si solo se la sacan al padre y al hijo, las probabilidades son 0% y 99.9999% (cuatro 9).
El médico explica que, para afirmar la paternidad de una persona, en la prueba deben dar positivo los 18 marcadores de la muestra. “Es como jugar la lotería, todas las bolillas deben de coincidir para obtener el premio mayor”, añade.
Los marcadores son conocidos científicamente como loci STR. En cada uno hay un par de alelos, uno de la madre y uno del padre. En los resultados, estos alelos están representados por números. Los dos alelos que tiene el hijo deben coincidir con uno que tiene la madre y otro que tiene el padre.
“Si los 18 coinciden, definitivamente es el padre; si 15 coinciden y 3 no, no es el padre; si 16 coinciden es una prueba inconclusa; y si 17 coinciden y 1 no, podemos estar hablando de un caso de mutación”, añade el médico.
Por mutación se entiende que la madre del bebé pudo haber mantenido relaciones sexuales con algún familiar del padre. En estos casos comúnmente se recurren a las pruebas discretas. Es decir, se saca muestras de sangre, se arrancan ocho cabellos, uñas del dedo o hasta una muestra de semen y los loci STR aumentan a 27.
Las pruebas discretas sirven para cualquier caso, pero eso depende del cliente si lo solicita.
Este laboratorio tiene entre 10 a 15 clientes. De esta cantidad, un 70% resulta negativo y un 30% positivo. Las pruebas valen S/ 1 200.
En otro laboratorio, en Yanahuara, cobran S/ 1 400 por las muestras de sangre y saliva y S/ 1 000 por solo una de ellas.
Según el Poder Judicial de Arequipa, hasta abril de este año, 1 441 padres fueron denunciados para que pasen una pensión de alimentos. Quince juzgados de Paz Letrado atienden esos casos.
El abogado Juan de Dios Medina explica que un proceso por alimentos puede tardar más de un año y medio, por la carga judicial. Aunque en la Corte Superior de Justicia aseguran emitir una sentencia en siete meses.
Cuando una madre asienta la denuncia, el supuesto padre tiene cinco días para solicitar una filiación de la paternidad y someterse a una prueba de ADN. Si se pasa el plazo, el padre puede en cualquier momento iniciar otro proceso por impugnación de la paternidad. "Sea el padre o no, el juez dispone desde el primer día que pase una pensión porque el bebé no puede dejar de alimentarse”, dice Medina.