VALÈNCIA. A Lyona, seudónimo artístico de Marta Puig, le sorprende lo mucho que empaticemos con historias de guerreros y superhéroes y lo poco que lo hagamos con relatos sobre la maternidad. Ilustradora y directora de videoclips de grupos como Love of Lesbian, acaba de publicar Madr¿eh? (Random Cómics, 2021), una autobiografía ilustrada en la que desgrana el proceso que ha (per)seguido para ser madre. Un camino que no ha sido precisamente sencillo y que define como una auténtica «historia de aventuras». «En Madr¿eh? hay de todo: acción, drama, sexo… No entiendo cómo no puede interesar a todo el mundo, más allá de madres o mujeres. Todos venimos del mismo lugar», enfatiza.
Para el ilustrador Xarly Rodríguez, más conocido en su faceta creativa como Lucreativo, el hecho de tener un hijo es «una salvajada, una voltereta». «Nadie está preparado, ni se espera lo que viene», advierte. En su caso, fue la pandemia la que le alentó a escribir y dibujar La maravilla de lo cotidiano (Grijalbo, 2021), una oda a disfrutar de las pequeñas cosas inspirada por Martín, su hijo de ahora 8 años. «Él fue el culpable de todo esto», cuenta.
Dos miradas, dos historias, dos obras gráficas que hablan sobre maternidad y paternidad con dos visiones completamente diferentes y algo, eso sí, en común: nadie es capaz de enseñar aquello que se ha de aprender. «Tú no sabes hacer de madre, pero ella tampoco sabe hacer de hija. Vais a aprender juntas», se desliza de una viñeta de Madr¿eh?, y en La maravilla de lo cotidiano se recoge el guante: «Tranquilo, papá. Yo también soy nuevo en esto de ser un niño».
Marta Puig (Lyona) siempre tuvo claro que quería ser madre. La inestabilidad económica, la ausencia de una pareja que quisiera compartir el viaje con ella y las exigencias del trabajo, sin embargo, acabaron haciendo que postergara la decisión. «Llegas a los 40 años y te das cuenta de que ya no es tan fácil, puesto que hay muchos factores que lo hacen muy difícil», explica.
Que le diagnosticaran endometriosis (una enfermedad que afecta a la fertilidad) fue otro de los retos con los que se encontró cuando tomó la determinación de que quería ser madre y no iba a retrasarlo más. Tenía 38 años por aquel entonces y un largo trecho por delante. «Cuando fui consciente de que tenía una reserva ovárica ínfima y no me iba a quedar embarazada de forma natural, empecé un proceso en el que aluciné. Aluciné de las cosas que desconocíamos», señala. Y así fue cómo empezó a conocer términos como «ovodonación» (una técnica de fecundación in vitro que consiste en utilizar un óvulo donado por otra mujer en lugar del propio de la paciente) o «antimülleriana» (una prueba hormonal para calcular la reserva ovárica); las técnicas de reproducción asistida; o todos los pormenores sobre el ciclo menstrual.
La necesidad de contar todo lo que le estaba sucediendo a modo de diario fue el motor de Madr¿eh? (Random Cómics, 2021). «Pensé que tenía que compartirlo, dar toda esa información», expone Lyona a Culturplaza. El de infertilidad es un proceso «tan duro», «en el que te sientes tan sola» apunta, que supo inmediatamente que quería acompañar a otras personas que pudieran compartir con ella esa montaña rusa emocional que supone un tratamiento de fertilidad.
«Hay tantas cosas que deberíamos saber y no nos explican…», lamenta. Por ejemplo, sobre el embarazo. «Cuando somos más jóvenes, nos dicen que tengamos cuidado con las relaciones sexuales porque nos podemos quedar embarazadas. Piensas que es algo que siempre puede pasar. Y, dependiendo del ciclo, esto no es tan fácil», señala y añade, en ese sentido, que «la educación sexual y reproductiva es ínfima en las escuelas». «No hay suficiente información», insiste.