'Sex Education 3': Tenemos que hablar del final, de ese test de paternidad y de ese "hasta luego"

Sex Education ha puesto final a la temporada 3 (probablemente la mejor de la serie hasta la fecha) con un desenlace lleno del mismo equilibrio que han gozado los ocho capítulos que la componen, con cierres y aberturas. Un final que demuestra que esta ficción sabe que necesita de intrigas o revelaciones para mantener el interés del público pero que lo importante son los personajes y su desarrollo. Al fin y al cabo no hablamos de un thriller, sino de un coming of age sobre la sexualidad adolescente contemporánea.

Pero los protagonistas de Sex Education todavía tienen mucho por delante antes de acabar su último año de instituto, muchas relaciones que solucionar y mucho de sí mismos por descubrir. Nosotros, los espectadores, también queremos saber muchas cosas. Pero no tenemos prisa así que vamos a empezar por los aspectos más claros del desenlace de Sex Education antes de pasar a las tres grandes dudas que nos ha dejado.

¿Dónde y cómo acaban nuestros queridos secundarios?

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Seamos sinceros, conocemos a más personajes de Moordale que amigos teníamos en el instituto, así que cuesta que no se nos olvide de una temporada a otra incluso la existencia de alguno. Empecemos por nuestra querida pareja de profesores, Colin Hendricks (Jim Howick) y Emily Sands (Rakhee Thakrar). Aunque Emily rechaza la proposición de matrimonio de Colin, le dice que prefiere que se vayan a vivir juntos. Además, han subido puntos en el corazón de todos protegiendo a sus alumnos contra Hope. Esperamos que el cierre del instituto y su inestabilidad laboral no les afecte.

Este nos lleva a Hope. Seamos sinceros, desde que pensó que el delegado era Adam y no Jackson (a este último a Cal le hemos dedicado un artículo) ya nos olimos que era racista, homófoba y muy conservadora. Los alumnos la echaron merecidamente de su puesto y no es un personaje que deba remontar tras hacerle bullying a sus alumnos. Pero al fin y al cabo está interpretada por Jemima Kirke (Girls) y no podemos negarle el carisma. Su desahogo ante Otis por la imposibilidad de quedar embarazada es un comienzo. Al fin y al cabo, el director Groff no era mucho mejor que ella hasta esta temporada. El personaje de Alistair Petrie comienza a expresar sus sentimientos, descubre su amor por la cocina y se desahoga contra el imbécil de su hermano Peter. Eso sí, por ahora tendrá que dejar para más tarde lo de volver con su esposa. Antes tendrá que solucionar las cosas con su hijo Adam, igual de poco comunicativo que él.

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Adam, como su padre, también descubre su pasión, el entrenamiento canino. Tras su Mención, a todos nos entristece que prefiera ocultarle su pequeño triunfo a su padre. Eric lo ha dejado porque no quiere frenar su libertad ante una persona que está dando los primeros pasos en su apertura, pero ya vemos cómo en el poema el introvertido Adam reconoce y agradece lo que Eric le ha hecho crecer. Adam va a su ritmo y, aunque acaba sin pareja, el siguiente objetivo está claro, quitarse el yugo paterno. Ambos Groff lo necesitan.

Isaac se disculpa a lo largo de la temporada tras ser el personaje más odiado, con razón, por borrar el mensaje de amor de Otis a Maeve al final de la temporada 2. Se sincera, se disculpa, se lleva un par de momentos íntimos con Maeve, ni más ni menos de los que merecía, y se despide. Con Maeve viviendo fuera del parque de caravanas, no sabemos cuándo volverá a aparecer.

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Aimee sigue su crecimiento y deja a su novio porque necesita tiempo para estar sola. Las consultas con la Doctora Milburn la ayudan, al menos, a reconciliarse con su cuerpo y su "vagina fea". La web Allvulvasarebeautiful.com también tiene parte de culpa. También merece la pena hablar de Ruby, que ha tenido un crecimiento espectacular como personaje esta temporada. De estereotipo de pija superficial ha pasado ha ser una mujer de carácter con una familia complicada. Su dureza exterior es solo una coraza a los sentimientos y fragilidad que deja ver a Otis, muy a su pesar. La forma en la que detiene a Hope es de auténtica heroína, y esperemos que ya nada vuelva a ser igual para un personaje menos superficial de lo que parecía.

Lily y Ola tienen problemas durante toda la temporada debido a que la primera tiene una crisis de identidad que le hace olvidarse de atender un poco a su pareja. Al final, Lily descubre que su pasión no puede ocupar todas las partes de su vida, pero que tampoco debe renunciar a ella. Encuentra el equilibrio, y ella y Ola acaban juntas, viendo Ovnis.

¿Qué será de Moordale?

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Parece que la reivindicación sexual de los estudiantes ante la prensa genera una ola negativa entre los inversores que obligará al cierre y venta del instituto a corto plazo. Los alumnos deben buscarse su futuro educativo para el próximo semestre pero ¿será este el final del instituto del sexo? Nos cuesta creerlo.

Es cierto que esta tercera temporada ha demostrado que puede articular muchas historias paralelas sin la premisa de la serie, la consulta sexual en el baño abandonado de Otis y Maeve. Sin embargo, el fin de Moordale crearía una diáspora de personajes difícilmente asumible en cuanto a lo narrativo. En las noticias oímos que lo visto en Moordale ha creado cierto ruido en el país y, aunque ya sabemos que no hay nada que guste menos a los inversores que el sexo (mirad si no lo que le ocurrió a OnlyFans), todavía guardamos la esperanza de que alguien sex-positive llegue a salvar el instituto.

No es un adiós, es un hasta luego

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Sex Education cumple ese principio de casi toda serie con elementos románticos que es situar a los dos protagonistas enamorados desde el capítulo 1, pero que no deja de separarlos por absurdeces hasta (esperemos) el final. La tercera temporada tarda mucho en solucionar el entuerto de la segunda, el mensaje de voz borrado por Isaac, pero cuando al final lo hace y Otis y Maeve quieren estar juntos... La serie tiene que durar una temporada más por lo que Otis y Maeve se vuelven a separar ya que esta última se va a estudiar a Estados Unidos.

No habían ni empezado a salir, por lo que ni siquiera discuten por la posibilidad de mantener una relación a distancia o prometer que estarán juntos cuando Maeve regrese de América... No, pero el adiós de Otis es transformado por Maeve en un hasta luego. Por supuesto, en la próxima temporada habrá distanciamiento, mensajes ignorados y puede que algún nuevo amor para ambos. Pero vamos, que ya sabemos que lo que tiene que ser será.

El resultado del test de paternidad

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Es el gran interrogante del final de temporada. Que sepamos, Jean Milburn tiene una vida sexual muy activa pero nunca le llega a ser infiel a Jacob más que con un beso con su ex marido. El hijo que espera no podía ser de otro que del manitas nórdico. Sin embargo, cuando se cruzan con ese joven motero que se acostaba con Jean, este parece albergar dudas sobre la paternidad. Jean parece segura de que no es así, pero esto nos indica que puede que no conozcamos lo que hizo Jean tras romper con Jacob.

Jean sobrevive a una hemorragia, la niña (que se llamará Joy) está sana y Ola, Jacob y Otis parecen dispuestos a formar una familia feliz juntos los 5. Es entonces cuando Jean ve el resultado del Test y... se lleva un disgusto. Si seguimos la lógica y la serie no nos ha engañado, esto debería indicar que Jacob no es el padre. En ese caso, Jean tiene dos opciones, o contarle la verdad y arriesgarse a destruir su nueva familia o ocultar el secreto y mentir, lo cuál solo aumentará los problemas a largo plazo. Ambas opciones son tan malas como el papelón de Jacob si se lo cuentan ¿dejará a su nuevo amor y el proyecto de familia que ya le ilusionaba por no ser el padre biológico o tirará para adelante, asumiéndolo y haciéndose cargo del niño? Será el gran problema de la temporada 4 de Sex Education.

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